martes, 18 de octubre de 2016

Palabras del Párroco

Queridos feligreses:

¿QUÉ ES SER CRISTIANO?
Jesús de Nazaret, el Cristo, es el origen, la razón de ser y la meta de la Iglesia y también lo es de todo cristiano. De modo que podemos definir lo que es ser cristiano diciendo que consiste en seguir a Jesucristo. Al igual que los primeros discípulos, hoy los cristianos nos sentimos convocados por Jesús para estar con Él, nos hace sus compañeros y amigos y nos envía a anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios.
Nuestro seguimiento de Jesús lo realizamos en el ámbito de la Iglesia -su Cuerpo Místico- cuyos miembros somos por el bautismo. La Iglesia, plenitud de Cristo, es quien nos entrega a Cristo, nos anuncia su Evangelio de la gracia y nos ofrece su salvación en los Sacramentos (cf. Ef 1,22-23; 3,5-12). Nuestro seguimiento de Jesús es necesariamente comunitario y eclesial.
He aquí algunas dimensiones de la identidad de un fiel cristiano que tendríamos que potenciar con mayor empeño en el momento actual (cf. TDV 30; Hch 2,42.44-45; 4,32):
1. Es una persona que sigue a Jesucristo vivo. Como fruto del primer anuncio o kerigma ha tenido una experiencia de fe en Cristo como Señor y Salvador, y entiende que el sentido de su vida está en su seguimiento.
2. Es una persona que lee y medita la Sagrada Escritura, especialmente los Evangelios y los escritos de los Apóstoles. La Palabra de Dios alimenta su fe y es luz para su vida.
3. Conoce la Tradición viva y la enseñanza de la Iglesia.
4. Hace oración asiduamente, tanto personal como familiar y comunitaria.
5. Participa frecuentemente en las celebraciones litúrgicas, especialmente en la Eucaristía los domingos y días festivos.
6. Puesto que vive en actitud constante de conversión, practica la penitencia personal y sacramental.
7. Está comprometido responsablemente en la vida de la propia comunidad cristiana y vive el amor fraterno. Vive la comunión y se siente Iglesia.
8. Ha hecho una opción preferencial por los pobres.
9. Participa activamente de la misión evangelizadora de la Iglesia, especialmente hacia los alejados.
10. Vive en un proceso constante de formación integral y permanente de su fe.
11. Trabaja con sus hermanos por construir e instaurar el Reino de Dios en este mundo, a la vez que espera su perfección definitiva cuando el Señor Jesús venga de nuevo.
Vuestro Párroco
Pedro José Pérez Rodríguez


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