viernes, 25 de abril de 2014

Vía Lucis Arciprestal

Mañana Sábado 26 de Abril a partir de las 21 horas tendremos el Vía Lucis Arciprestal desde la Parroquia de San Pedro Apóstol hasta la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario de Fátima organizado por la coordinadora arciprestal de jóvenes.

Te esperamos

Hay una devoción popular con tradición desde la edad media, que es el Via Crucis (el camino de la cruz). En él se recorren los momentos más sobresalientes de la Pasión y Muerte de Cristo: desde la oración en el huerto hasta la sepultura de su cuerpo (cf. "Via Crucis según los relatos evangélicos"). Pero ésta es la primera parte de una historia que no acaba en un sepulcro, ni siquiera en la mañana de la Resurrección, sino que se extiende hasta la efusión del Espíritu Santo y su actuación maravillosa.

Desde el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés hubo cincuenta días llenos de acontecimientos, inolvidables y trascendentales, que los cercanos a Jesús vivieron intensamente, con una gratitud y un gozo inimaginables.

De igual forma que las etapas de Jesús camino del Calvario se han convertido en oración, queremos seguir también a Jesús en su camino de gloria. Éste es el sentido último de esta propuesta una invitación a meditar la etapa final del paso de Jesús por la tierra.

El Via Lucis, "camino de la luz" es una devoción reciente que puede complementar la del Via Crucis. En ella se recorren catorce estaciones con Cristo triunfante desde la Resurrección a Pentecostés, siguiendo los relatos evangélicos. Incluímos también la venida del Espíritu Santo porque, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: "El día de Pentecostés, al término de las siete semanas pascuales, la Pascua de Cristo se consuma con la efusión del Espíritu Santo que se manifiesta, da y comunica como Persona divina" (n.731).

La devoción del Via Lucis se recomienda en el Tiempo Pascual y todos los domingos del año que están muy estrechamente vinculados a Cristo resucitado. 


  • Nuestra disposición inicial

    Los acontecimientos del Via Crucis concluyen en un sepulcro, y dejan quizá en nuestro interior una imagen de fracaso. Pero ése no es el final. Jesús con su Resurrección triunfa sobre el pecado y sobre la muerte.

    Y, resucitado, dedicará nada menos que cuarenta días en devolver la fe y la esperanza a los suyos. Después los dejará diez días de reflexión - a modo de jornadas de retiro y oración - en torno a María para que reciban la fuerza del Espíritu que les capacite para cumplir la misión que El les ha confiado.

    En los encuentros de Jesús con los suyos, llenos de intimidad y de esperanza, el Señor parece jugar con ellos: aparece de improviso, donde y como menos se esperan, les llena de alegría y fe, y desaparece dejándoles de nuevo esperando. Pero después de su presencia viene la confianza firme, la paz que ya nadie podrá arrebatarles. Todo se ilumina de una luz nueva.

    El Via Lucis es el camino de la luz, del gozo y la alegría vividos con Cristo y gracias a Cristo resucitado. Vamos a vivir con los discípulos su alegría desbordante que sabe contagiar a todos. Vamos a dejarnos iluminar con la presencia y acción de Cristo resucitado que vive ya para siempre entre nosotros. Vamos a dejarnos llenar por el Espíritu Santo que vivifica el alma. 
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